En Tucumán se generó un gran debate en torno a la práctica conocida
como tracción a sangre, la cual consiste en utilizar animales como caballos o
burros para transportar cargas pesadas en carros. Esta práctica fue criticada
por organizaciones animalistas y defensoras de los derechos de los animales,
quienes consideran que es una forma cruel y arcaica de transporte.
En respuesta a esta polémica, la provincia de
Tucumán ha decidido prohibir la tracción a sangre en su territorio. La ley,
aprobada recientemente, establece que aquellos que utilicen animales para
transportar cargas pesadas serán sancionados con multas y penas de cárcel.
Además, se buscará reubicar a los dueños de los animales en otros trabajos que
no impliquen maltrato animal.
Esta medida fue aplaudida por organizaciones
defensoras de los derechos de los animales, las cuales aseguran que es un paso
importante en la protección de los animales. Sin embargo, también genero controversia
entre los dueños de los animales, quienes ven en la tracción a sangre su única
fuente de ingresos.
Es importante recordar que la tracción a
sangre es una práctica que estuvo presente por muchos años en Argentina, pero
que cada vez se está buscando reemplazar por medios de transporte más humanos y
menos crueles con los animales.
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