La familia es mi fuerza y mi debilidad
“Acá estoy, llego y no hay nada nuevo, no me veo, no me encuentro, piensan que siempre voy contento, una cena de mirar sin vernos.
Una noche más donde el tiempo es eterno y ninguno mantiene un encuentro de miradas por miedo, me doy cuenta que no solo yo estoy roto,
somos una familia de desconocidos que fingimos estar completos…”
La familia y el momento del ciclo evolutivo de la persona son factores predisponentes a la hora del consumo. Las familias disfuncionales del estilo: padre/madre separados, mala comunicación, pobre relación interpersonal, padres con muchísimo trabajo y alto tiempo fuera de la casa, son suficientes para que el joven se sienta en el abandono o el desapego. Al sentirse solos, no escuchados, no visibles por sus padres buscan llenar esos vacíos y se largan hacia sus pares, amigos, compañeros y en ese medio se inician en el consumo de lo que se llaman drogas legales: alcohol y tabaco. Hoy consideramos el alcohol como la puerta que abre al consumo de las drogas duras o sustancias químicas.
“Llenos de alcohol, y ahí voy yo, saliendo, pidiendo al cielo olvidarme una noche de dolor”
La persona que manifiesta el síntoma dentro de la familia (la que sufra el trastorno por uso de sustancia) es la persona que expresa los problemas de la misma. El impacto es muy grande porque no solamente es ese miembro, toxicómano, el que está enfermo, sino que también el resto de la familia que termina sufriendo lo que llamamos la “codependencia”. Es este el momento que dejan de ser invisibles y pasan a ser lo único, entendiendo eso como “amor” lo cual es un concepto equivocado, tanto es la dependencia que los padres se ocupan solo de ese hijo, que terminan dejando de lado al resto de estos desestabilizando el grupo familiar.
Las nuevas teorías hablan del amor consecuente, que es el amor con limites, amor con el NO o el amor duro.
“Papá solo atine a decir y el
Respondió te vas a morir, si esto no se termina te tendrás que ir. Y parecía otra vez llegar mi ansiedad con su mejores amigos depresión y necesidad..”
Muchas veces la ansiedad y depresión son factores detonantes en el inicio del consumo. Las personas con ansiedad del tipo emocional, familiar, social, y laborales son tendientes a la búsqueda de drogas depresoras, como la marihuana, sin embargo, las que sufren del trastorno depresivos por causas similares citadas arriba, van en la búsqueda de drogas activadoras como ser la cocaína. Canalizan ambas patologías en el consumo de esta sustancia, sin tener en cuenta que esto desemboca en una nueva: la adicción.
“Aquí estoy yo de nuevo, buscando un nuevo renacer y acá es cuando aparece ella, a quien muchos le han de temer, es una señorita que le encanta viajar, por venas o dedos suele pasar, me hacía olvidar de todo y más.
Con ella el tiempo no parecía pasar pero sí recuerdo cuando su ausencia se hacía notar. “
Los primeros síntomas son los que debemos empezar a reconocer para poder ayudar a la persona antes que ocurra el peor final o el mismo avance de la adicción. Los podemos definir como los generales: vemos lo denominado “obvio”, el aislamiento familiar, encierro en sus espacios (habitaciones), poca comunicación, aislamiento social y poca interacción. Los factores biológicos como ojos rojos brillosos, irritación de las mucosas nasales, mirada perdida, pensamientos aislados, no pueden mantener la conversación que denominamos déficit comunicacional, perdida del contacto con la realidad, inquietud motora y alteración en el sueño (duerme mucho, duerme poco). Por ultimo nos encontramos con los psicológicos que son la sensación de vacío existencial, crisis de identidad, sensación de no sentido a la vida, tristezas profundas, sentido de no pertenencia (familia, pares, grupo escolar, deportivo) soledad extrema.
“Así es como el si no vuelvo se volvió realidad, y mi historia espero que pueda ayudar, sean fuertes porque necesitan escuchar que hay alguien roto de verdad que intenta luchar y su ayuda es vital.”
Es de gran importancia que el conocimiento sobre las adicciones empiece desde la familia, en edades tempranas eliminando el tabú de estas. Guiar, y acompañar, no solo en la casa, sino también en los colegios, la promoción de publicidad sobre las adicciones desde el estado. Como sociedad debemos evitar la discriminación, y la marginalidad, ya que esto evita su acceso laboral y su avance en la sociedad, aunque en algunos casos que ya se encuentren rehabilitados, su experiencia de vida le cierra la puerta a cualquier posibilidad.
Debemos educar para avanzar y avanzar en sociedad para ayudar.
Juliana Itati Medina Vives
Bibliografia:
National Institute of Health
Entrevista a profesional de la salud
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